
Durante el programa Con el Mazo Dando transmitido por Venezolana de Televisión, el Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello Rondón, ha puesto al descubierto información crucial sobre un financiamiento de más de mil 800 millones de dólares por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos a sectores de la ultraderecha en Venezuela, a través de la organización Súmate.
En sus revelaciones, Cabello destacó que este informe detalla el apoyo financiero brindado a la derecha para llevar a cabo sus planes desestabilizadores en el país, llegando a mencionar montos específicos destinados a diferentes actividades. Asimismo, enfatizó que esta información es de gran valor al evidenciar la fuente de financiamiento y las entidades beneficiadas, incluyendo partidos políticos y organizaciones internacionales.
El líder político no escatimó en señalar la relación estrecha entre estos sectores de la ultraderecha venezolana y el gobierno estadounidense, denunciando el grave impacto de estas acciones en la soberanía y estabilidad de la nación. Además, cuestionó la asignación de recursos a entidades como Súmate para operar en lugares inverosímiles como el Congo, así como la inversión en sectores como la agricultura sin resultados tangibles.
Entre los datos alarmantes expuestos por Cabello se destaca la donación de 10,5 millones de dólares a la extrema derecha para las elecciones del año 2024, así como los más de 8,5 millones de dólares otorgados a la organización internacional «Transparencia Electoral«. Estas revelaciones han generado un fuerte impacto en la opinión pública y plantean serias interrogantes sobre la injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela.
El Primer Vicepresidente del PSUV hizo un llamado a la comunidad internacional y a las autoridades estadounidenses a tomar medidas frente a estas evidencias contundentes de interferencia en los asuntos políticos del país, exigiendo transparencia y rendición de cuentas. Las pruebas presentadas por Cabello representan un punto de inflexión en el escenario político venezolano, reafirmando la determinación del gobierno en defender la democracia y la soberanía nacional frente a presiones externas.